A mi madre le gusta recoger cosas estropeadas y rotas y subirlas a casa. Así lleva toda la vida, acarreando muebles destartalados y enseres que nadie quiere: la cama donde duermo, pilas de platos desportillados, macetas sin plantas, la tele en blanco y negro, mi colección de soldaditos de plomo quemados, mi madelman sin cabeza, mis libros de cuentos de segunda mano, el gato con un nudo en el rabo... ah, y un abrigo de pana raído con un señor bajito dentro, que no sé para qué lo quiere, pues aparte de pasarse el día entero sentado en una butaca, ni nos mira ni nos habla.
¡Ay! Pobre polizón el de dentro del abrigo, qué poco pinta en ese barco cargado de despojos.
ResponderEliminarAsí es la vida, como tú dices Elisa,un barco cargado de despojos con un mismo destino común: que alguien nos recoja.
ResponderEliminarUn abrazo.
Estupenda enumeración de enseres viejos que conducen a esa figura sospechosa del final. Madre con síndrome de Diógenes que acaba teniendo a un Diógenes dentro de un viejo abrigo de pana. Me ha gustado mucho el texto, mucho.
ResponderEliminarSaludos
Es un micro estupendo, entre surrealista y de terror. Enhorabuena.
ResponderEliminarAbrazos
Caboclo, es interesante esa lectura que haces, que, como en un juego de espejos, pone frente a frente a dos figuras lastradas por el mismo síndrome. Me alegro de que te haya gustado tanto. Y bienvenido a este blog.
ResponderEliminarGemma, una vez más tus palabras me sirven de aliento para continuar inventando pequeñas historias de un terror humano, demasidado humano.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Ricardo, este micro comenzaba con la frase ella sabra???
ResponderEliminarEs solo mera curiosidad porque en cualquier caso es excelente,con esa capacidad que ya veo tan tuya para lo terrorifico, lo absurso y el extrañamiento dentro de lo aparentemente cotidiano.
Enhorabuena!!!
Rosana, voy a abrir una nueva sección titulada "Los descubrimientos de Lilliput", en honor a tu capacidad deductiva. En efecto, el micro empezaba con esa frase, que he eliminado. El resto continuaba más o menos igual, pero no tuve suerte en el ReC. Para esta semana ya he enviado uno nuevo, del que estoy muy satisfecho. Si no lo seleccionan, lo colgaré aquí. Respecto a mi tendencia a lo terrorífico y el absurdo, es verdad que me muevo mejor que en otros registros, quizá porque de los microrrelatos se espera un giro inesperado, un pliegue de la realidad, algo con que sorprender o que sea inusitado para atrapar al lector. Para discurrir, describir y desarrollar ideas o ambientes o situaciones llenas de matices ya está la novela...
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Estoy de acuerdo porque mi propia tendencia es a lo fantástico, a las rupturas. Incluso cuando me pongo en plan realista me sale otra cosa.
ResponderEliminarEnhorabuena otra vez.
A ver si te seleccionan .)
Un abrazo