Con un cuchillo de cocina, no especialmente afilado, le rebané el pescuezo a mi hermano pequeño. Al abuelo le reservé una muerte más lenta: mientras veía la tele, le ensarté una bolsa de plástico en la cabeza. En cambio, a mi madre la torturé cortándole algunos miembros con una sierra oxidada.
Así pasé la tediosa tarde de verano: ejecutando mentalmente a mis seres queridos. Sólo para matar el tiempo.
Juanma:No esta mal jajaj aunque en mi caso prefiero pensar otras cosas,como por ejemplo en haber como me saco filosofía e historia :)
ResponderEliminarBuen relato,aunque más corto de lo normal,¿no?
(no puedo acceder a mi cuenta nse por que,por eso he puesto anonimo,haber si lo arreglo).
Juanma: como en otras cosas de la vida, el tamaño no importa.
ResponderEliminarEspero que este verano aproveches el tiempo para esas dos Historias que tienes pendientes. Y a ver si hay suerte.
Un saludo
Me trajo a la memoria American Psycho pero en versión adolescente ;)
ResponderEliminarHas conseguido unir muy bien sin costuras la ficción psicótica del chico con la ficción de la historia en sí.
El tamaño da igual, amí a veces me slaen micros de 250 a 300 palabras, otras veces más cortos pero la clave creo que es la intensidad.
Un abrazo
Rosana: tú lo has dicho, la clave es la intensidad. Y es cierto que buscaba mostrar una psicosis limpia, sin mucha retórica, sin porqués.
ResponderEliminarA ver si te mando los micros que quedé en enviarle a Fernando Valls para final de este mes, y me dices qué te parecen. No sé si tu mail es el que aparece en tu blog.
Un abrazo.
Sí mi mail es el del blog.
ResponderEliminarCuando quieras. ¿Aparecerás en la antología?
Un abrazo
Ricardo, mi padre ametrallaba a los fieles en la misa de los domingos... por lo que veo es una práctica común, no solo mata el tiempo sino que alivia la agresividad.
ResponderEliminarUn abrazo
Anita, la historia que me cuentas de tu padre tiene muy buenas aristas literarias. La imaginación es un potente artefacto destructivo, puede acabar con todo, incluso con uno mismo.
ResponderEliminarUn abrazo, y un placer que me visites.