viernes, 22 de octubre de 2010

Parafilias ilustradas

En este enlace http://parafiliasilustradas.blogspot.com/, de ediciones Traspiés, podéis leer uno de mis relatos recién publicado. Si sóis parafílicos, echadle una miradita rápida. Es un blog con cosas interesantes (pero para mayores de edad). Hala, entrad sin miedo.

martes, 19 de octubre de 2010

Tentáculos


Todavía hoy busco alrededor mío un lugar donde dejar mi cuerpo. Aún noto que puedo dar la imagen de ser un ser a quien le estorban sus miembros. Todavía parezco que quiero desaparecer o perderme de vista. Todavía hoy soy tímido, y ante cualquier desconocido me veo siempre obligado a retraer, disimuladamente, todos mis tentáculos.

sábado, 2 de octubre de 2010

Indecisión

           
            (El escritor inicia el relato)
            A y B se encuentran en una fiesta. De inmediato A se enamora de B, y viceversa. Se trata de un amor fulgurante, sin preámbulos. A le propone a B escapar de la fiesta. B no se lo piensa dos veces y acepta. Van a casa de A. Mientras A prepara unas copas en la cocina, B fantasea con escenas sicalípticas, igual que A. A y B, por tanto, se estremecen ante la inminencia del polvo con el que respectivamente sueñan. Pero B es retraído y espera que sea A la que le invite a su cama. Lo mismo que B, también A es retraída y considera que hasta ese momento la iniciativa ha sido suya y para que B no crea que se mete en la cama así como así, decide cederle toda la iniciativa. B mira los ojos y las tetas de A, dos globos hinchados que mentalmente agarra, succiona y muerde. A A no se le escapa la mirada lúbrica de B y sonríe, pensando que de un momento a otro B la besará primero y la desnudará y la empalará después. Pero el tiempo pasa y no pasa nada.
            A renglón seguido, A no sale de su asombro. B bebe y habla de esto y de lo otro sin parar. La excitación de A no disminuye, pero continúa decidida a que sea B quien la aborde. Por su parte, B, también excitado, no ve la manera de cortar su propia verborrea y echarse sin más sobre A.
            (Y en este punto caliente del relato el escritor se cansa de escribir, dejando, como otras veces, a A y B muertos de ganas)