Da mucha pena ver al
viejo falso pirata plantado en una de las esquinas de la plaza. Da grima de
veras cuando torpemente se coloca en una banqueta de plástico y se inmoviliza
como una estatua esperpéntica. Aparte del consabido parche en un ojo y de la no
menos previsible pata de palo, nunca se olvida de encasquetarse en el puño de
su mano derecha un deslucido garfio, que igualmente infunde en quien lo
contempla una rotunda sensación de engaño. No ocurre lo mismo con los otros
mimos: ni con la Momia egipcia ni con el vampiro de Düsseldorf ni con la Bella
durmiente ni tampoco conmigo. A todos, tarde o temprano, el público que
distraídamente pasea por la plaza nos recompensa con unas monedas, cosa que
casi nunca ocurre con el espurio pirata. Da agobio verlo descender de su sitio,
cabizbajo, y perderse entre la gente. Muy pronto, sin embargo, cambiará su
suerte y el halo cansino que desprende lo traerá hasta nosotros, hasta los que
nunca pestañeamos un ápice.
miércoles, 28 de noviembre de 2012
martes, 13 de noviembre de 2012
Microcrimen
El día 23 de noviembre se conocerán los ganadores del Primer Concurso de Microrrelatos Policíacos Gestión Falsaria. He tenido la suerte de que mi micro "Crimen perfecto" haya sido seleccionado entre los finalistas. Habrá publicación en papel en la FNAC de La Gavia, Madrid.
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