miércoles, 29 de febrero de 2012

Un gesto

El policía vuelve a cubrir el cadáver desfigurado de la adolescente y aguarda expectante a que yo diga algo. Me pesa la angustia de tantos meses que mi mujer y yo llevamos sin ver aparecer el cuerpo de nuestra hija. Su asesino confeso sigue en la cárcel, pero se niega a decir qué hizo con ella. Vivir así es una tortura infinita. No hay duelo, ni entierro, ni exequias. Sólo sé que todo esto terminaría de una vez si yo ahora hiciera un gesto afirmativo con la cabeza.

martes, 14 de febrero de 2012

Traducción al italiano de La mano

                                                                        (Immagine: Cristina Matei)

Le dita sottili, le unghie smaltate rosso sangue e la palma della mano col suo labirinto di linee incrociate sulle quali è scritto con chiarezza che il suo destino imminente è essere - inesorabilmente - la mia prossima vittima.

Los dedos afilados, las uñas pintadas de rojo sangre y la palma de la mano con su laberinto de líneas cruzadas en las que aparece escrito con nitidez que su inminente destino es ser -inexorablemente- mi próxima víctima.



(Tradotto da Odradek)
Gracias a Stefano Valente, que ha tenido la gentileza de traducir este  micro. Podeis visitar su blog Il sogno del Minotauro

jueves, 9 de febrero de 2012

Crisis

*Charles H. Dow, cofundador de l'índex Dow Jones / cofundador del índice Dow Jones
 
 
Esta primavera plantaremos un árbol, tendremos un libro y escribiremos un hijo. Marta lo quiere inteligente, cariñoso, con un punto de sensibilidad por los gatos y guapo. Pero, por encima de todo, lo quiere sin horribles faltas de ortografía. No soportaría que en lugar de ojos verdes tuviera hojos berdes, ni que nos olvidáramos de colocar la tilde que percute como un latido constante sobre la o de su corazón diminuto. En general, a la familia y a los amigos no les parece mal nuestra extraña decisión y comprenden perfectamente que la penuria económica nos impida engendrar un hijo de carne.
(Ganador mensual del concurso La microbiblioteca Esteve Paluzie)

miércoles, 8 de febrero de 2012

Marginado


         Todos, todos sin excepción se mofaron de él en la escuela. Y ahítos de desprecio lo llamaron monstruo, bicho raro, engendro, por causa de su anomalía, de sus seis dedos. Y ya fue así para siempre que tuvo que cargar con aquel estrambote, y que todos ellos lo despreciaran como algo insólito; ellos, precisamente ellos, sus propios congéneres, criaturas de un solo ojo.