domingo, 19 de junio de 2011

No creen en mí


Los vi merodeando de noche alrededor de la playa. Pero otra vez estaban completamente borrachos y no se asustaron de mi enorme cola de pez ni de mis trenzas peinadas de escamas. Entonces me sumergí. No quería ver cómo otra vez se echaban a reír mientras me señalaban, gritando que yo no era nada, nada, nada…

4 comentarios:

  1. Nada hay peor que no ser. Que no te dejen ser siquiera.
    Muy bello, Ricardo.
    Abrazos

    ResponderEliminar
  2. Y cuánto dependemos de los demás para llegar a ser... Más, si cabe, en la literatura, donde el ser de un personaje se hace con la lectura de todos.
    Un beso, Gemma.

    ResponderEliminar
  3. Esa es la sensación que provoca el microrrelato Ricardo: belleza, es bello.

    Y estoy de acuerdo con las apreciaciones de Gemma y las tuyas.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  4. Gracias, Rosana, por coincidir una vez más.
    Besos.

    ResponderEliminar