miércoles, 4 de mayo de 2011

Dos hombres


Muchos años después se vuelven a encontrar. Dos hombres frente a frente. Se conocen bien. Son elegantes. Buenos contendientes. Son viejos. Uno es lenguaraz y desenvuelto. El otro es tímido y melancólico. De jóvenes fueron amigos. Los dos saben que es la ocasión perfecta para confraternizar. Los dos sienten que no habrá más plazos. Los dos desean zanjar dignamente cada una de sus cuentas pendientes. Los dos quieren sortear el cuerpo a cuerpo. No azuzarse. No apretar el gatillo de la venganza. Contemporizar. Ofrecer el mejor flanco. Superar viejas heridas. Sin embargo, cara a cara, estos dos hombres se arremangan, olvidan al momento sus buenos propósitos y lanzan fieramente sus peones contra sus hieráticos monarcas.

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